Mezzavia es el punto de partida ideal para excusiones por toda Toscana y Umbria, por ciudades bellísimas llenas de monumentos y de obras de arte:
Arezzo (45’) – Perugia (45’) – Firenze (50’)
Siena tuvo su época de máximo esplendor entre el año 1150 y el año 1300, siendo de esta época: el Duomo, el palazzo pubblico, la Torre del Mangia. Sus numerosos museos (Museo del Opera del Duomo, Santa Maria della Scala, el Museo Cívico, la Pinacoteca) reúnen estupendas obras de arte.
Con su fortificación imponente, aun conserva la magia del antiguo burgo medieval. Forma parte del parque natural y cultural de la “Val d’Orcia y es muy famoso por su vino “Brunello”. Cerca se encuentra la abadía de San Antimo, excepcional ejemplo de arquitectura románica.
La Abadía de San Galgano, uno de los lugares más evocadores en los itinerarios de la espiritualidad toscana, pasará en septiembre, en nombre del federalismo cultural, del Estado al Municipio de Chiusdino, el lugar de nacimiento del santo al que está dedicado el complejo. La construcción de la abadía comenzó en 1218 por iniciativa de los monjes cistercienses, quienes con su red de monasterios revolucionaron la espiritualidad medieval al sancionar la transición del monasticismo de los ermitaños a una religiosidad más anclada a las necesidades económicas de los territorios.